La fiesta inolvidable

Para mí tener que "arreglarme" para una reunión o fiesta siempre fue un garrón..
Les recuerdo que mi chico me puso en autos que, para el cumple de la Reina Madre, debía vestirme de ser humano..
Por esa época (después de mi separación, para ser más exactos), mi look había cambiado por completo. Pasé de ser la señora de un abogado, trajecito sastre incluído, a ser la protagonista de la versión femenina de "Easy Rider".
A saber: campera de cuero con mil cierres, de los cuales solo tienen uso lógico dos; pantalones de jean elastizados (siempre negros), porque son los más cómodos y borcegos con dos centimetros de plataforma (mínimo, mido 1,57..).
Ah!, si, y una moto Kawasaky 110.., por eso lo de "vestir de ser humano"..
El día del cumpleaños me había agarrado un ataque de caspa, me había llevado un bolso lleno de ropa que ya no era mi "onda" y nada de lo que me probaba me gustaba.
Mi chico, al ver que mi histeria iba in crescendo, se me acercó y (con esa forma de ser que aún hoy conserva y por lo cuál lo amo), me dice: "vos te sentís más cómoda con esos jeans y la campera de cuero, no?, vamos a hacer una cosa", y ahí nomás peló SU campera de cuero (una elegante, de vestir, vio?), y se puso un jean en lugar de sus pantalones Pierre Cardin, una camisa y la campera.
"Ahora estamos los dos iguales, dale que llegamos tarde y mi veja nos mata!".
Y así salimos, los dos de cuero y ropa negra y yo más felíz que una lombrís!
La casa de la madre es a cinco cuadras de la de mi chico, en diez minutos llegamos y notamos que en la puerta de la casa de mi suegra había estacionada una moto, y ahí nomas mi chico dijo:"mirá, hasta podemos decir que vinimos en moto!,se mueren si les decimos eso!".
Y entonces la entrada triunfal:" Llegó por fin mi hijo!!", abrazos miles y besos a granel, nunca más la vi darle tantos besos a su hijo.., la mirada de todos los demás estaba fija en mi a la espera de la presentación formal: "Ella es Cyllian, Cyllian mis tios, primos, mi hermano, mi viejo (divino, adorable, lo mass, como me dejaste sola con la arpía mi queridisimo suegro..), "a mi vieja ya la conocés.."
La vieja, cara de orto disimulada, no entendía la facha del hijo ni la mía y mi chico tiró lo de la moto, porque las gastadas por la ropa iban en aumento:"lo que pasa es que vinimos en la moto de Cyllian, por eso la ropa. La moto está en la puerta", y al grito de "naaaaaaaaa", todo el mundo se asomó y ahí estaba la moto que no era mía pero que hizo que a la arpía se le transfigurara la cara, "con lo peligroso que es, como se te ocurre!!", y la mirada cargada de furia que me dedicó pudo haber disuelto, en pocos segundos, el Perito Moreno..
La joda la seguimos unos minutos más, cuando dijimos la verdad la madre estaba al borde de una crisis de nervios. Nos sentamos en los lugares que ella nos había reservado, pidió que le sacaran una foto con su "benjamín", lo abrazo de atrás y, despúes de la foto, lo llenó de platos, platitos, fuentecitas y lo que fuera que hubiera para comer delante de él (no delante mío), y mi chico me dice, con cara de pícaro mientras la madre lo abrazaba como si fuera a salir volando "se nota que soy al que más quiere, no?", cri cri, cri cri..
Rápido!, que me sirvan vino!!, si es tinto mejor!!, me acabo de morder la lengua y el alcohol me va a evitar que me desangre!!..
PERDÓN!?, cómo es eso de que te quiere más que a nadie!?, y tu hermano y tu viejo que, dicho sea de paso, es el marido, que!??, QUEEEEE!!??
Diosss!!, si esto sigue así voy a terminar en pedo en aras de curar mi malherida lengua!!
Así siguió la noche, todas las atenciónes eran para el que ella más quería: mi chico.
Hubo varias cosas, aparte de lo ya mencionado, que me dejaron la lengua en carne viva, ente ellas la poca bola que dió al regalo de su querido hijito, le dió mas trascendencia a una boludez (no me acuerdo cual, miren como habra sido el regalo), que a lo que le llevamos nosotros.
Con el tiempo aprendí que el tema no era lo que mi chico le regalaba, si no, lo que yo le regalaba, por eso hoy por hoy solo le hago "atenciones", no regalos..
La fiesta duró hasta tarde. Nos tomamos hasta la carrera de los penales, la family de mi chico, en general, es macanuda y, en ese sentido la pase bárbaro.
Además hablamos mucho entre nosotros, porque mi chico se ocupaba de contarme quién era quién, aderezando todo con historias que me hicieron reir a morir, y demostraciónes de afecto contínuas, lógicas de un noviazgo en ciernes.

Todos me hicieron sentir cómoda, pero cada vez que desviaba la vista hacia donde estaba la madre, la veía mirándome de la misma manera que lo hace ahora (nada mas que en aquél entonces pensaba que era normal que tuviera un poco de celos, que estúpida, no?..)
La boca apretada como con rabia contenida, y esa mirada que parecía decir "no te acomodes que no te va a durar mucho"..

Van a ser once años que me mira de la misma manera..